lunes, junio 04, 2007

El sueño del pibe

Un alfeñique de 44 kilos vigila la puerta del boliche, en chancletas y pantalón de jogin. La cola esta llena de Musculosos con remeras negras que dicen “seguridad” en blanco. Esperan en el frío. La situación se prolonga por unos diez minutos durante los cuales llegan más y más forzudos. El alfeñique hace acercar al primero.
_ Estas en zapatillas, papi. No se puede entrar en zapatillas.
_ El hombre hercúleo baja la cabeza, avergonzado: se sabe en falta.
_ No importa, la próxima vez veni en zapatos. Pasa _ dice el flacuchento, compasivo.
El segundo fortachón se acerca. Espera un momento que primero tienen que pasar las chicas, dice el flaquito.
Dos rubias vestidas con un vestido rojo se acercan. Caminan las dos cuadras que las separan del boliche lentamente y entran sin casi saludar.
Empieza a llover. Los patovicas (porque claro: son patovicas) siguen esperando. Desde el boliche apenas se escucha su canción favorita. Golpea al mocoso, de los Ramones.
Veni. Nuestro héroe hace acercar al segundo: No tenés camisa. ¿Por qué no tenés camisa?
Otra vez lo mismo. Y se repite la situación, hasta que entran todos. Y todos los patovicas se llevan la misma decepción cuando entran al boliche: no hay pesas, no hay nadie a quien humillar, no hay cráneos que aplastar.
Y el, el alfeñique de 44 kilos, se sube a una limusina, en donde lo esperan las rubias de rojo, y se aleja en ella y aprieta el botón que hace explotar el boliche en miles de pedazos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mató la palabra "jogin", qué es eso de shoging ni ocho cuarto... Ah, tenés un "temita" con los patovicas, el mío es con las suegras, mirá mi blog, sino.

Warren/Literófilo dijo...

Me gusta tu forma desenfundada de escribir huevón!!! Buenazo, y que Viva Mabe!!!

Warren/Literófilo dijo...

Luis, mae, subi un cuento a mi blog, me gustaría tu opinión, saludos.